Publicado: 21 de Marzo de 2014

"La dificultad de aprender idiomas se incrementa a medida que uno crece". Fernando Aguilar

El experto en educación en lenguas extranjeras, aconseja combinar su estudio con experiencias vitales Tras licenciarse en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y realizar un Programa de Desarrollo Directivo en el campus de Madrid del IESE, Fernando Aguilar ha desempeñado su carrera profesional en el sector de los idiomas en el extranjero, donde lleva más de doce años asesorando a una media de 250 familias anualmente. Desde su experiencia aconseja planificar un programa realista para poco a poco construir el idioma en la educación de nuestros hijos.



Dominar idiomas es importante…


Dominar ya no es sólo importante, sino imprescindible. Los beneficios son muchos, tanto a nivel social como de autorrealización. Sabemos que el inglés va a ser un requisito sine qua non para un porcentaje altísimo de los puestos de trabajo. Un análisis realizado con las ofertas de empleo publicadas a lo largo de 2010 en InfoJobs.net, revela que el 79,45% de las ofertas exigían dominar el inglés, como requisito principal. Seguido por el alemán y el francés.



¿Existe anglofilia?


Es evidente que el inglés es el idioma de los negocios, de Internet y de los medios de comunicación, por lo que en estos sectores se posiciona claramente como el idioma del futuro. Los españoles utilizamos cada vez más terminología inglesa para escribir un post, un blog, o recomendar a un amigo la aplicación Farmville a través de Facebook.



¿Cual es el país más demandado?


Inglaterra y EE.UU. se llevan más del 70% de los alumnos.



¿Cuál es la edad idónea para empezar a estudiar idiomas?


A cualquier edad se puede empezar a aprender un idioma, sin embargo a partir de los 14 o 15 años la dificultad de aprender idiomas se incrementa.



¿Clases  o un mes en el extranjero?


Todo suma. Y de hecho deben ser dos vías compatibles. El hecho de que los alumnos salgan al extranjero les hace más autónomos, tolerantes y flexibles para adaptarse a cualquier situación. El aprendizaje de un idioma suele ser un beneficio colateral, ya que conlleva otros beneficios. La experiencia deja un poso en el alumno muy interesante. Pero paralelamente, los idiomas son bastante desagradecidos y hay que macharlos durante el año, porque si no, se nos van.